Durante las primeras semanas del mes de enero se registraron dos de las rebeliones mas letales en la historia de los complejos penitenciarios Brasileños dejando 56 y 33 presos muertos, estas cifras son solo superadas por la masacre de Carandiru en Sao Paulo que dejo 111 presos asesinados por la policía en 1992.
La primera ocurrió en el complejo penitenciario Anísio Jobim en la ciudad de Manaus durante el año nuevo del 2017. Según narra la agencia de noticias Globo todo comenzó con una disputa por el trafico de drogas dentro de la prisión entre las bandas rivales Familia do Norte (FDN) y el Primer Comando de la Capital (PCC).
Fue entonces cuando los miembros del FDN que habían formado una alianza con el Comando Rojo decidieron asesinar a sus rivales. Una vez desatada, la masacre se extendió durante 17 horas en las que los cuerpos quemados o decapitados se iban amontonando en diferentes lugares de la prisión. El resultado final fue de 56 internos muertos, 14 policías tomados como rehenes y 112 reos fugados.
Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo
Solo 6 días después ocurrió una segunda masacre en la Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo en el estado de Roraima esta vez llevada a cabo como una venganza de los miembros del Primer Comando de la Capital (PPC) por lo ocurrido en la prisión Anísio Jobim.
A las 2:30 de la mañana del viernes 7 de enero los reos del PCC forzaron las cerraduras de sus celdas y empezaron la matanza de los miembros de la banda rival. Los 15 guardias que se encontraban de servicio fueron incapaces de detener la violencia. Esta vez el conteo fue de 33 muertos de los cuales 30 fueron decapitados.
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